¿Qué es el dióxido de titanio?

El dióxido de titanio es un aditivo alimentario que se puede encontrar en más de 3000 productos diferentes en la base de datos Food Scores de EWG.

Se usa más comúnmente en dulces, pero también se puede encontrar en aderezos para ensaladas, chicles, helados, pizzas congeladas, mezclas de bebidas y gelatinas y muchas otras categorías de alimentos. El dióxido de titanio crea un acabado suave y agrega brillo y luminosidad a otros colores.

Este químico alimentario se ha utilizado en los alimentos durante más de medio siglo, pero estudios recientes muestran que puede ser dañino.

Durante años, los científicos han expresado su preocupación por la posible toxicidad del dióxido de titanio.

En 2016, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) evaluó el dióxido de titanio y determinó que la evidencia disponible en ese momento no señalaba de manera concluyente ningún problema de salud para los consumidores.

Pero en 2021, la EFSA reevaluó el dióxido de titanio para considerar los impactos de su nanopartícula. Después de considerar más estudios, la EFSA concluyó que el dióxido de titanio del tamaño de nanopartículas puede acumularse en el cuerpo, romper las cadenas de ADN y causar daños cromosómicos.

Desde entonces, los reguladores europeos de seguridad alimentaria han etiquetado el dióxido de titanio como no seguro para el consumo humano, debido a su potencial toxicidad.

Los estudios en animales muestran que la exposición al dióxido de titanio está relacionada con inmunotoxicidad, inflamación y neurotoxicidad.

En 2022 entró en vigor una prohibición europea del dióxido de titanio en los alimentos, pero su uso sigue siendo legal en los EE. UU.

El dióxido de titanio permanece en muchos productos alimenticios en este país debido a la locura regulatoria de la Administración de Alimentos y Medicamentos, que permite que ingredientes alimentarios problemáticos permanezcan sin ser detectados ni revisados.

La FDA está revisando la seguridad del dióxido de titanio en respuesta a una petición de abril del EWG y otros grupos ambientales y de salud pública. Esta es la primera revisión integral del dióxido de titanio realizada por la FDA desde 1973.

A principios de este año, se presentó un proyecto de ley en la legislatura de California para prohibir la fabricación, venta y distribución de alimentos en el estado que contengan dióxido de titanio, junto con otros cuatro químicos alimentarios dañinos.

AB 418, escrito por el asambleísta Jesse Gabriel (demócrata por el Valle de San Fernando), pronto recibirá sus votos finales en la legislatura estatal. Si el proyecto de ley se convierte en ley, el Estado Dorado sería el primero en la nación en prohibir estos químicos tóxicos en el pan, aderezos para ensaladas, pizzas congeladas y otros alimentos populares.

Para aquellos que deseen limitar o evitar la exposición al dióxido de titanio en los alimentos, existen algunas medidas que pueden tomar.

Los protectores solares elaborados con ingredientes minerales activos, como el dióxido de titanio y el óxido de zinc, generalmente obtienen buenos resultados en la Guía de protectores solares del EWG. Proporcionan una fuerte protección solar con pocos problemas de salud y no se descomponen fácilmente con el sol.

Son los dos únicos ingredientes de protección solar clasificados por la FDA como seguros y eficaces. Y aunque el dióxido de titanio se utiliza normalmente en protectores solares minerales en forma de nanopartículas, la evidencia sugiere que pocas partículas, si es que alguna, penetran en la piel.

Pero la seguridad de una sustancia química cuando se usa externamente no siempre es la misma que cuando se ingiere. Diferentes usos del mismo ingrediente pueden causar resultados de salud muy diferentes.

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